A todo el mundo le encanta una gran historia. La gente quiere sentirse conectada con un grupo o pertenecer a uno. Las historias te dan una razón para comunicarte y relacionarte; las historias son estimulantes y te dan algo en qué creer; las historias te hacen sentirte mejor, más inteligente, más seguro o incluso amado.
La narración de negocios es similar. Se trata de crear una alineación entre tu negocio y tus prospectos y clientes.
Pero contar la historia de tu marca es más que lo que escribes en tu sitio web, tu blog o incluso en las redes sociales. Es su valor y su misión, y cómo lo comunica de manera consistente a su audiencia, dondequiera que estén.
Gracias a los teléfonos inteligentes y las tabletas, el adulto promedio pasa más de 20 horas por semana con los medios digitales. Además, Google recibe más de cuatro millones de consultas de búsqueda por minuto.
¿Cuatro millones de consultas de búsqueda por minuto? ¡Uau! Eso es mucha gente buscando respuestas. Pero, captar su atención puede ser difícil. En solo un minuto…
- Se han publicado 1,388 entradas de blog.
- Los usuarios de Facebook comparten 2,5 millones de piezas de contenido.
- Los usuarios de YouTube suben 72 horas de contenido de video nuevo.
- Los usuarios de Twitter tuitean casi 300,000 veces.
- Y los usuarios de Instagram publican casi 220,000 fotos nuevas.
Todo en este minuto.
Los especialistas en marketing de contenido luchan constantemente por la atención de sus prospectos y clientes. Para ayudar a garantizar que te escuchen, debes ser genuino y contar una historia que atraiga a tu audiencia.
Tu objetivo es hacer una conexión humana. Se trata de resonar con personas, personas que necesitan tu ayuda u orientación.
En el mundo de los negocios, una historia te ayuda a crear un contraste entre opciones. Las historias ayudarán a tus prospectos a dar sentido a las decisiones que están a punto de tomar, ya sea decidir sobre un producto o servicio necesario o realizar una compra.
Lo más probable es que no seas el único negocio que hace lo que haces. Para sobrevivir en el abarrotado mercado informativo de hoy, debes destacarte. Aquí es donde entra en juego la historia de tu negocio.
Las historias pueden hacer que tus prospectos sean los personajes principales, e incluso cambiar la forma en que piensan y sienten.
Y la narración de historias se utiliza en todos los formatos de contenido. No solo se usa en un libro electrónico largo. Puede utilizar la narración de historias en blogs, correo electrónico, videos, estudios de casos, guías. La lista sigue y sigue.
Entonces, ¿qué NO es una historia?
Una historia no es solo tu historia. Una historia es la razón por la que estás haciendo lo que estás haciendo y contándola de una manera que atraiga a tu audiencia.
Tampoco es un cliché, no es lo que todos los demás dicen. Seguro que puedes pensar que brindas el mejor servicio al cliente dentro de su industria, pero esa no es tu historia. Contar historias se trata de destacar, no de mezclarse.
Muchas empresas juegan a lo seguro y utilizan los datos y el ROI para atraer clientes, lo cual es importante. Pero la lógica rara vez es atractiva y recordada. Por otro lado, la emoción se recuerda. La emoción se comparte. Y no es diciendo que somos los mejores. Se trata más de apelar al lado emocional de tus prospectos y clientes que a la lógica de lo que haces.
Las historias son la forma en que el público recuerda. Y para ayudar a que tu audiencia te recuerde debes destacarte contando una historia con el contexto adecuado, y crear contraste al ser consistente y auténtico y ser conversacional para provocar emociones de una audiencia específica.
Como comercializador de contenido, usa historias para involucrar mejor y, lo más importante, enseñar a tu audiencia.
Fuente: HubSpot